Edificios,
personas y torneos
Inti Núñez, Gerente de Emprendimiento de CORFO
Patricio Feres, Gerente de Innovación de CORFO
Santiago,
junio de 2015
Este
mes han estado avanzando diversos programas que buscan mejorar sustantivamente
la innovación y el emprendimiento en el país. La oferta pone acento en 3 temas
que podrían parecer discordantes –edificios, personas y torneos- (un collage de
iniciativas, una instrumentitis que a
esta altura cansa, una muestra de la creatividad pública), pero que en realidad
convergen de forma virtuosa para abrir paso a una nueva forma de jugar la
innovación en el país.
Edificios
Se
han abierto las bases para el apoyo directo a espacios colaborativos para el
emprendimiento y la innovación (Coworking
space & Global hubs), el concurso se espera cerrar el 15 de julio y
recibir más de 50 propuestas de gestores de espacios para innovar en todo el territorio.
¿Por qué pagar por edificios?
Paul
Nightingale –profesor de innovación y emprendimiento de SPRU, Sussex-,
clasificaba a las innovaciones en predecibles e impredecibles. Las innovaciones
predecibles pueden aparecer de ejercicios simples de prospección, son derivadas
del avance de la tecnología, tendencias, etc. De esta forma, muchas
innovaciones en aplicaciones o la cura de enfermedades podemos saber de
antemano que en unos años van a existir. Ejemplo: de aquí a 10 años habrá
robots en las casas. Luego el profesor señalaba que esta innovaciones –las predecibles-,
pueden ser de modelo simple, que significa que toda persona nos puede poner
ideas y proyectos para alcanzarlas, por ejemplo. Una aplicación que mejore
nuestras decisiones financieras; Por otra parte, existen las innovaciones de
modelo complejo, en estás quien participa de su propuesta y construcción son
expertos en el ámbito habilitante, ejemplo: una innovación en terapia genética
a partir de la secuenciación del ADN, el sentido común nos hace ver que es
difícil que alguien no profesional en biotecnología pueda sugerir avances
contundentes. Sin embargo, la otra clase de innovaciones, las innovaciones
impredecibles, disruptivas, se producen en una intersección entre innovación
simple más compleja, en particular cuando en “ambientes embebidos” se juntan
innovadores de modelo liviano con expertos duros, en edificios donde trabajan
unidos, conversan, coinciden, y en una secuencia de interacciones frente a
proyectos desafiantes generan innovaciones que son difícil de imaginar y
entender para medios externos, pues en ese espacio físico el aprendizaje toma
velocidad que supera a todo lo exterior. Un ejemplo es Pixar, donde en su
semilla están técnicos duros de la gráfica computacional con expertos en el
arte de la animación, este intersticio entre ciencia – tecnología y arte, es
donde se producen innovaciones de un potencial global.
En
este sentido, los diseñadores de política se deben preguntar ¿Por qué tipo de
políticas debe apostar mi país –Chile- y/o región? Tomando este modelo tenemos
la innovación predecible, y evidentemente lo más fácil es ir primero por la
simple. El tema es que como es predecible y simple, no hay una claridad del
porque una región aislada, una economía relativamente pequeña podría generar
diferenciación de alcance global. Y es así como el comercio B2C en Chile no
tiene predicciones de ser líder. En el caso de innovaciones predecibles y
complejas, las posibilidades de competir para los gigantes en infraestructura
tecnológica, capital humano avanzado (expertos) y presupuestos de innovación, son
bajas, cualquier problema mundial de importancia es abordado con muchos más
infraestructura, mejores técnicos y más recursos, nuestra participación en
general es marginal y desde una parte de la cadena y cuando tenemos un logro,
las adquisiciones son en fases tempranas que no hacen esperar crear un sector
de exportación.
Pero,
entonces ante tan mala perspectiva, las innovaciones impredecibles, disruptivas
deberían estar a mucha más distancia. Pues no es tan así, al no ser
predecibles, en general quienes están en el día a día con sueños locos o en
espacios y nichos acotados, pero en ambientes donde hay una alta concentración de
talento, de personas hablando de lo mismo, son los que sorprenden. De este
modo, la industria química de Alemania le gano el quien vive a Inglaterra en la
segunda mitad del siglo XIX, y la industria del acero, el avión y el automóvil
se inició en Estados Unidos en desmedro de Europa. Así unos jóvenes que
discutían acaloradamente en garajes de Silicon
Valley –costa oeste frente a costa este- pusieron en aprietos a las mega
corporaciones norteamericanas, cuando el computador personal irrumpió en el
mundo. O Nokia fue el líder en el teléfono celular desde Finlandia, un país que
hasta los 70 no era un líder tecnológico.
Al
parecer no es malo para las políticas de innovación como las de nuestro país,
mirar estos ejemplos y estimular muy buenas capacidades transversales aplicadas
a problemas locales de alcance mundial, pero además concentrar la política para
generar estos “ambientes embebidos”, donde la red de instituciones y personas
sobre algunos temas concretos genere masas críticas de aprendizaje que nos
sorprendan. Este fue el ejercicio de concentración de talento –científicos
inmigrantes de la URSS- dentro de las technological
incubators de Israel.
Volviendo
a la pregunta, ¿Por qué pagar por edificios? Porque precisamente no son solo
edificios, estamos hablando de espacios colaborativos especializados en procesar innovación, que aglomeran
una masa crítica de talento en cada región. La teoría dice que es bueno, la
política lo está proponiendo.
Personas
A
veces al diseñar política se nos olvida que el más importante instrumento de
transferencia tecnológica son las personas, que la innovación depende de ciclos
de aprendizaje acelerado que suceden en las relaciones y comunicación entre
personas, y que la calidad de la innovación es totalmente “elástica” al
reclutamiento, control y gestión del talento.
Tratando
de suplir las falencias del ecosistema local es que hemos lanzado una batería
de posibilidades para que en todo Chile las redes, contactos, conversaciones,
capacitaciones, y acceso a talento se multipliquen.
Durante
este mes de mayo ya aprobamos 7 redes de mentores para el apoyo de la
innovación y el emprendimiento, esperamos que en un año exista una oferta
superior a 1.000 mentores capacitados que estén dispuestos a apoyar a
emprendimientos y proyectos en todas las regiones, es decir, este eje de mejora
tan relevante para cada iniciativa como es la comunicación entre la experiencia
y el líder de la iniciativa, se pueda dar en todas partes. Pero además, en un
volumen que produce aprendizaje, pues podemos comparar, sacar lecciones,
enseñar, trasformando nuestro sistema de apoyo en un verdadero ecosistema vivo
que mejora con cada iniciativa que escala.
Así
también, se apoyará la atracción de talento internacional desde StartUp Chile a
las regiones, políticas para sumar expertos y doctores en innovación
empresarial, y se instalarán laboratorios con especialistas –diseñadores,
desarrolladores, comunicadores, electrónicos, etc.- que podrán apoyar con su
tecnología y su arte a todo el emprendimiento que así lo quiera. También se
apoyará la incorporación de profesionales especializados que faciliten el
proceso de innovación y de I+D en las empresas y se seguirán apoyando la
instalación de capacidades para innovar en empresas de forma masiva y en todo
Chile. También es importante que se generen espacios de encuentro entre
aquellos que innovan dentro de empresas establecidas y aquellos emprendedores y
especialistas fuera de la organización, los espacios colaborativos (coworks,
hubs y laboratorios) son los llamados a facilitar este proceso.
De
este modo, salimos definitivamente del modelo donde el emprendedor/innovador
era un maestro Corales que debía hacer de todo en el circo, para entrar a un
ambiente donde discuto con especialistas y recibo apoyo, donde puedo “hacer las
cosas” profesionalmente, esta es una condición relevante para el alto impacto
global.
Torneos
Por
último, la intención es instalar en todo el país, concursos, desafíos, torneos,
¿Por qué esta fiebre de postulaciones? ¿Por qué someter a los emprendedores y
empresarios a estos pesados formatos de formularios, exposiciones y pruebas? ¿No
será “no ir al grano” y por otra parte estar cansando innecesariamente a
nuestros talentos?
Hoy
la diferencia en la ejecución y resultados entre un profesional y amateur es
muy notoria, basta ver un deportista profesional frente a un aficionado, o un chef
frente a un cocinero de domingo. No hay ni una duda de que el estándar de
excelencia, el producto competitivo proviene de profesionales. En la innovación
pasa igual. Los países, empresas, universidades, que destacan por innovar
tienen rutas pavimentadas para la formación de esos profesionales, y en estás,
existen los torneos.
¿Qué
es un torneo? Es un evento o un programa que llega a un evento final, que tiene
fechas, donde participan libremente profesionales o equipos, donde hay un
desafío, donde hay reglas y estándares para una competencia, hay un
público/jurado que entiende y opina y donde finalmente se sabe si nos fue bien
o no, es decir, se gana o se pierde. Estos espacios han determinado ser
fundamentales al innovar, un músico que debe someterse a conciertos abiertos
tiene otra presión que un amateur que decide cuando toca y ante quien, esa
presión, el intercambio de información, los mensajes de porque se ganó o
perdió, contribuyen fuertemente a la iteración de información que estresa a las
iniciativas que buscan ser globales.
Ejemplos
de uso de torneos para impulsar la innovación hay muchos, pero 2 nos parecen
notables. El primero es la construcción de Steve Jobs respecto de la feria
anual de presentación de productos de Apple. Año a año esta empresa está
sometida a la presión de, con fecha fija y ante más de 6.000 periodistas
especializados del mundo, sorprendernos. Sin duda que esta ha sido una presión
potente para que esta empresa haya sido considerado durante años entre las más
innovadoras del mundo. Un segundo caso, es el que una vez escuchamos relatado
por la profesora Pilar Opazo, desde su tesis de doctorado para Columbia donde
investiga sobre toda la historia del restaurant “El Bully” del famoso chef
Ferrán Adrià quien revoluciono la gastronomía mundial. Ella comentaba que una
fuente de cambio que potencio la innovación fue casi fortuita. Al buscar un
sitio único para situar su restaurant, Adrià decidió situarlo en una reserva
natural en las afueras de Barcelona, como la reserva tenía muy baja afluencia
de público en temporada de invierno, decidió cerrar 6 meses y sólo abrir otros
6. Este cambio modifico los tiempos dedicados de los chef, así tuvieron 6 meses
para innovar (exploración) y 6 meses para operar (explotación), y el primer día
que abrían y mostraban a expertos y periodistas especializados su carta se
convirtió en el torneo anual que estresaba a hacerlo cada vez mejor. Luego la
historia es conocida, este restaurant se convirtió consistentemente en el mejor
del mundo y cambio el negocio gastronómico para siempre. En ambos ejemplos,
estos torneos son componentes estructurales del proceso de innovación, que ha
permitido a ambas empresas darle un timing
claro y exigente al diseño, prototipaje y validación de innovaciones de alto
impacto.
Uno
de los déficit más relevantes de nuestro ecosistema de innovación y
emprendimiento es la baja interacción de empresas de distintos tamaños con
comunidades de emprendedores, startups,
diseñadores, universidades y centros de I+D. Es aquí donde mecanismos habiliten
procesos de innovación abierta, donde las empresas identifiquen desafíos
relevantes y de alto impacto para ellas, e inviten a las distintas comunidades
a resolverlos. La política pública lo apoyará desde sus instrumentos de gestión
de innovación, voucher de innovación
y contratos tecnológicos para la innovación. Los dos últimos permiten a las
empresas abordar desafíos de innovación en colaboración con entidades y
expertos fuera de los bordes de sus organizaciones, es decir, buscamos avanzar
en la construcción de una innovación más colaborativa.
Entonces,
¿Qué debe tener un ecosistema potente de innovación y emprendimiento? La
respuesta es, mucha interacción entre los distintos actores y buenos torneos
–bien diseñados, regulares, con estándares globales, frente a públicos
demandantes sofisticados-. Por lo mismo la política sembrará y estimulará torneos
de distinto tipo en todas sus temáticas de creación de capacidades de base. Así
el último año se han creado los concursos: Voucher
de innovación para Pymes, Prototipos macrorregionales, Semilla regional o
PRAE, Torneos de emprendimiento tecnológicos, Prototipos basados en I+D y Desafíos
en innovación social.
Edificios,
personas y torneos, este es el eje de la política de base en innovación y
emprendimiento que ya se está expandiendo por las regiones. Con estas piezas
cada región puede “pintar” de sus tonos, con sus temas, la innovación que será
de mayor impacto en su futuro, buscar activamente la innovación impredecible y
disruptiva que mueva fuertemente su productividad, sus capacidades de generarse
un mejor futuro. De este modo, y en estos 4 años construiremos una columna
vertebral habilitante en todo Chile de ecosistemas y ambientes embebidos
locales, que estimulando e incluyendo masivamente personas y empresas, frente a
desafíos concretos, regulares y de impacto escalable, vayan paso a paso,
poniendo los ladrillos para que nuestro país llegue al desarrollo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario